La exposición 'Arte prohibido-2006', inaugurada recientemente en el Museo y Centro Social Sájarov de Moscú, ha desatado las airadas protestas de organizaciones de creyentes y de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que consideran sacrílego el evento.

Recomendada sólo para mayores de 16 años, la exposición reúne obras que fueron censuradas durante 2006 por directores de museos y galerías artísticas moscovitas e incluye imágenes del ratón Mickey, Lenin, sexo y leyendas soeces que tienen como fondo crucifijos y otros objetos del culto.

Los trabajos se encuentran ocultos tras un muro falso que cuenta con agujeros a la altura de los ojos para que puedan ser observados por los visitantes.

'Estoy convencido de que esta gente es absolutamente inmoral', declaró el jefe adjunto de Relaciones Internacionales del Patriarcado de Moscú, Vsiévolod Chaplin, quien hizo un llamamiento a 'no estrecharle la mano a los sacrílegos', en alusión a los organizadores de la exposición.

Chaplin subrayó que, a juzgar por lo que señalan los medios informativos, la exposición 'Arte prohibido-2006' es una ofensa contra los sentimientos religiosos de las personas, es decir, 'un delito al que le deben poner coto las autoridades'.

'No me extrañaría que los creyentes ortodoxos presenten denuncias a la Fiscalía', añadió.

La Unión de Ciudadanos Ortodoxos (UCO) calificó la exposición de 'provocación desvergonzada contra el cristianismo', al tiempo que hizo un llamamiento a los creyentes a luchar por su clausura exclusivamente por medios legales.

En 2003, el Centro Sájarov, en cuyas salas se exhibía la exposición de pintura 'Cuidado con la religión', fue atacada por decenas de creyentes radicales.

Aunque los autores de aquel pogromo fueron llevados a los tribunales, los jueces consideraron que los responsables de los hechos no fueron los asaltantes, sino los organizadores de la muestra, a los que acusaron de sembrar hostilidad por motivos religiosos.

Esta vez, la UCO ha pedido a los creyentes 'abstenerse de toda acción ilegal en relación a los organizadores de la exposición' y 'concentrarse en una solución jurídica al problema'.

'Si no te gusta, no vengas a verla', declaró a la radio Eco de Moscú el director del Centro Sájarov, Yuri Samodúrov, al comentar el revuelo creado por 'Arte prohibido-2006'.

Según Samodúrov, uno de los objetivos de la exposición es hacer una panorámica de las obras cuya exhibición vetan los museos y las galerías artísticas y plantear el debate sobre qué y por qué debe ser prohibido.

'A mí mismo de los trabajos expuestos me gustan sólo unos cuantos. Hay algunos que me desagradan muchísimo, pero lo que me sorprende es que si algo no le gusta a la gente, inmediatamente ésta comienza a hablar de que se trata de una ofensa religiosa, étnica, etcétera', dijo el director del Centro Sájarov.

El responsable de la polémica exposición, Andréi Yeroféyev, que es director del departamento de Tendencias Novísimas de la Galería Estatal Tretiakóvskaya, sostiene que el objetivo de 'Arte prohibido-2006' es determinar el círculo de temas que rechazan los especialistas.

'Constatamos que la cultura rusa es más amplia que la tolerancia de la sociedad. Los temas políticos no suscitan protesta alguna. La mentalidad rusa conecta la autocensura sólo cuando se tocan tres temas: el sexo, el lenguaje soez y la blasfemia', señaló Yeroféyev al diario digital 'Expert.ru'.

Según el especialista en las nuevas tendencias del arte, las declaraciones de los miembros del clero y de la Unión de Ciudadanos Ortodoxos 'no hacen más que concitar la atención de público hacia una exposición concebida inicialmente para profesionales'.

Yeroféyev se ha convertido en el principal blanco de la críticas del clero: el diácono Andréi Kurayev, profesor de la Academia Ortodoxa de Moscú, llegó a proponer que se le prohíba organizar exposiciones por orden judicial.

'Si la censura social es apoyada por el Estado, este hecho será una línea más en el diagnóstico que estamos tratando de establecer', señaló el experto.